Entrar en el mundo de Cantillon es viajar en el tiempo. Fundada en 1900 en el barrio de Anderlecht, Bruselas, esta es mucho más que una cervecería: es un santuario de la Fermentación Espontánea. A diferencia de cualquier otra cerveza moderna, en Cantillon no se añade levadura. Dejan que el aire nocturno del valle del Senne haga la magia, inoculando el mosto con levaduras salvajes en sus famosos tanques abiertos de cobre.
Esta colección es para el verdadero conocedor. Aquí no encontrarás dulzura artificial ni procesos industriales. Solo paciencia, madera y el auténtico sabor de la historia.
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